miércoles, 19 de diciembre de 2012

El fin del mundo (punk)

Hay un hito en la historia de la música moderna que tiene lugar el 14 de enero de 1978. Se formaliza en una frase que Johnny Rotten (a la sazón vocalista de los Sex Pistols) suelta al público en San Francisco al terminar una interpretación de No Fun: Os habéis sentido engañados?. Bueno, lo dijo en inglés, claro, pero ese era el sentido de sus palabras.
Para la mayoría ese es el final del punk, del auténtico punk, de la idea original del punk. La música, el estilo, vamos, siguió, avanzó, se transformó, se reprodujo en after-punk, en post-punk, en new-wave, pero, sobretodo, el capítulo mencionado significó un corte con el pasado inmediatamente anterior.

Hoy no es el día de entrar en detalles a este respecto. Hoy es el día de tomar ese momento como punto de partida para lo que vino inmediatamente después. Lo que el protagonista principal (aunque no único) de la escena comentada realizó a continuación. Johnny Rotten recuperó su nombre de pila, pasó a ser Johnny Lydon de nuevo, y nacieron los Public Image Limited, o PIL.
La semana pasada vino conmigo en el coche su primer trabajo, un First Issue del que me gustaría pasar un par de líneas.

No me gustaría llenar el post de nombres, pero digamos que hay una bonita historia que contar respecto a qué ocurrió cuando Rotten decidió que abandonaba los Pistols y creo que resumirla no evitará que caigan algunos de ellos. Hay un personaje clave en esta historia, el magnate de Virgin Richard Brandson.
Brandson tuvo sus más y sus menos con el ideólogo y creador de los Pistols (Malcom McLaren). Esto, unido a la consabida desavenencia entre Rotten y McLaren, le llevó a estar pendiente de lo que allí se cocía cuando estalló la bomba y el vocalista punk por antonomasia soltó la frasecita de marras delante de la concurrencia de Frisco. McLaren mantuvo un antiguo proyecto cinematográfico (del que si toca hablaremos otro día) con Steve Jones y Paul Cook (guitarra y batería de los Pistols). Branson se llevó a Lydon a Jamaica y le puso a buscar autores reggae que potencialmente producir en Virgin.

De ahí nació un germen que acabó en la formación de un combo al que se unieron un bajo de antología (Jah Wobble), un batería con reminiscencias CAN (al menos para Lydon) llamado Jim Walker y, sobretodo, un guitarra de excepción llamado Keith Levene. Juntos conformaron PIL, y juntos dieron a luz en el 78 el First Issue que andaba escuchando.


Por tanto, First Issue, viene a ser el primer disco post-punk si en rigor queremos hablar. El primer adoquín de un camino nuevo que llevaría el espíritu del punk hacia territorios más contaminados, hacia la fusión con sonidos y texturas nuevas. De forma sutil en este primer trabajo, pero indicando un cambio, un giro en la dirección de consecuencias trascendentales. El mundo del punk había acabado. Quedaría el sonido, pero la verdad que pretendía vender se había esfumado. El contrasistema se había convertido en sistema. Había quien se podía forrar capitalistamente con el logo de éstos o aquellos. La hidra verde de siete cabezas se había comido de nuevo al chaval de la espada de madera (porque la misma hidra le había dado la espada de madera al chaval).

First Issue es un disco que escuchar. No he tenido tiempo de bucear como me gustaría en sus letras, pero sí en sus sonidos. No ha sido aquello de perder la cabeza, pero me ha intrigado, me ha absorbido a momentos, me ha grabado detalles y con seguridad lo recuperaré con el tiempo.

Hoy tocaba un post más de anécdota que de música. Quizás porque hay discos donde una cosa pesa más que la otra. De todos modos volveré en otras etiquetas a comentar algunos de sus cortes.

Hoy os quiero dejar uno que destila rock por los cuatro costados. Leí un avez una leyenda que contaba que lo grabaron Lydon y Walker, frente a frente, en una enorme sala de billar vacía donde la acústica encajaba con el deseo. Un trallazo. Volumen al 10 por favor. Annalisa.

Cosas buenas a tod@s.


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